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Filosofía
A.E.B .
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Desde
el momento de su creación, ABOGADOS ESPECIALISTAS
EN BANCA, mantiene unos estándares de trabajo característicos
que se transmiten al equipo profesional mediante la constante
formación interna que mantenemos y los procedimientos de trabajo
establecidos, que tan buenos resultados nos han reportado en el
pasado.
El
despacho está organizado bajo el sistema de dirección única, pero
no por asuntos sino por clientes. Por ello, la dirección y responsabilidad
de cada cliente corresponde a un socio, el cual coordina el trabajo
de los distintos profesionales que intervienen en todos y cada
uno de los asuntos que son encomendados, pero frente al cliente
sólo existe un único interlocutor. Ello no obstante, cuando la
complejidad o características del caso lo requiere, se arbitra
una solución concreta al mismo, pero bajo la premisa de dirección
única.
Otra
de las cualidades que nos caracteriza y que más aprecian los clientes
que tienen sus proveedores y/o clientes distribuidos por el territorio
nacional, en que la distancia es un factor relevante, es la capacidad
de respuesta. Conscientes de esta exigencia, los profesionales
de A.E.B.
y los despachos colaboradores, asumen sus trabajos con el compromiso
de realizarlos con plena dedicación y resolverlos con la máxima
diligencia.
En
términos cualitativos, nuestra filosofía consiste en superar las
expectativas de los clientes en cada uno de los casos que se nos
encomienda. Por ello, prestamos el asesoramiento requerido convencidos
de que la mejor forma de medir nuestra eficacia es alcanzar los
objetivos o resultados propuestos.
Para
finalizar, sólo nos resta indicar que el asesoramiento que prestamos
en todas y cada una de las modalidades está concebido desde el
principio para proporcionar a los clientes una asistencia estable
y duradera, habiendo demostrado en la dilatada experiencia profesional
que nuestra eficacia es tanto mayor cuanto más estrecha es la
relación que se establezca. Si conocemos en profundidad a nuestros
clientes y sus necesidades, así como sus trayectorias empresariales,
resulta mucho más fructífera la resolución de sus problemas, por
cuanto no sólo se tiene en cuenta el problema en sí, sino su incardinación
en la problemática general de la empresa, lo que redunda en su
beneficio.